En este cuento encontraremos una historia entretenida con la que los chicos se puedan identificar y algunas preguntas prácticas que los ayuden a reflexionar. Y para los grandes, un “MaPa” que nos pueda guiar en aquellos terrenos difíciles de transitar.
Los colores no son ni buenos ni malos. A veces nos podemos ver o sentir en negro, gris, sepia, pardo o moreno y luego todo puede cambiar a otros matices, tonos y colores. Algo así le pasó a la nena negra y a su gato melón.
Un libro ilustrado bellísimo que nos habla sobre la diversidad.
Una mamá le cuenta la historia a su hija de esta princesa que se enamora de una cazadora.