¿Por qué está tan triste la luna? ¡Hay que consolarla!
Piensa un juego para divertirte junto a ella en el que se ría mucho. Después envíale una invitación de alguna manera extraordinaria porque ella no tiene celular.
Al final del libro encontrarás un montón de palabras y una hoja en blanco para que escribas los juegos que le gustan a la luna y a vos.