Una lana blanca se escapa de su ovillo, rueda por el bosque y teje unas nanas con las cinco vocales. Rimas sencillas y tiernas van involucrando a los habitantes de ese bosque: una rana, un grillo y una oruga se acercan al circo hasta que se hace de noche y aparece la luna para acompañarlos.
“Ovillo de lana rueda por el bosque y teje unas nanas. Lana, lana, lana; El grillo se duerme por magia de rana”.