Si había un monstruo horroroso, espantoso y apestoso, ese era Felisardo. Un monstruo que causaba miedo, más que miedo, TERROR, con las pesadillas espeluznantes que llevaba en su valija y que derramaba en las almohadas de todos los chicos que visitaba de noche. Sin embargo, en los últimos tiempos, algo raro pasaba con él.
Había cambiado su aspecto, (aunque seguía igual de horrible), había empezado a usar ropa y se había teñido el pelo, (aunque seguía sin bañarse seguido) y había modificado sus costumbres.
Definitivamente Felisardo ocultaba algo. Un secreto que nadie podía conocer POR NINGÚN MOTIVO. Menos su familia (sí, los monstruos también tienen familia). Pero, el problema fue que se enteraron y ya nada volvería a ser como antes…