Desopilante relato para disfrutar solxs o en grupo, aprovechar para teatralizar o simplemente morir de risa.
"¿Por qué será que los nombres de los animales se usan para hablar de cosas malas o para insultar? Que si alguien es amarrete, es una rata. Que si habla mucho, es un loro. Que si molesta, es una mosca. Que si es un poco tonto, es un pavo. Que si es roñoso, es un cerdo. Que si no sabe, es un burro. Que si anda despacio, es una tortuga. ¡Basta de prejuicios! ¡Los animales están hartos de que se los mencione tan antipáticamente! Sin embargo, no se desaniman ni pierden las esperanzas de que eso alguna vez cambie. ¿Cambiará? Nadie lo sabe, pero una lluvia y una fiesta son motivos suficientes para animarse."